viernes, 26 de noviembre de 2010

Schopenhauer



...un hombre desesperado que a sus cincuenta y cinco años escribiría:

Si pudiéramos preverlo, hay momentos en que los niños podrían parecer presos inocentes condenados no a muerte sino a vida, y al mismo tiempo dema­siado ignorantes de lo que su sentencia significa. No obstante lo cual, todo hombre desea alcanzar la ve­jez (...) un estado del que puede decir «es malo hoy y va a ser peor cada día, hasta que ocurra lo peor de todo».

No hay comentarios:

Publicar un comentario