domingo, 17 de noviembre de 2013

Los nabos son extraordinariamente tolerantes

El cerebro humano es una máquina para extraer conclusiones; si no lo hace es porque está oxidado. Cuando escuchamos que un hombre es demasiado listo para creer, [...] es como escuchar que un clavo es demasiado bueno para fijar una alfombra o un cerrojo es demasiado fuerte para cerrar una puerta. [...] El hombre puede definirse como un animal que hace dogmas. A medida que apila doctrina sobre doctrina y conclusión sobre conclusión para formar alguna [...] filosofía o religión, se vuelve [...] cada vez más humano. Cuando abandona doctrina tras doctrina, cayendo en refinado escepticismo, cuando rehúsa atarse a un sistema, cuando afirma haber abandonado definiciones, [...] sin agarrarse a credo alguno, pero contemplando todos, entonces, por ese mismo proceso, se hunde lentamente hacia atrás en la vaguedad de los animales errantes y la inconsistencia de la hierba. Los árboles no tienen dogmas. Los nabos son extraordinariamente tolerantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario