He tenido la suerte de ser invitado a un pase previo para ver Encontrarás Dragones, y confieso que me he emocionado en varios momentos. No es eso lo que persigue la película, pero conmigo —por distintas razones—, lo ha conseguido.
Hago a continuación algunas consideraciones personales, que si vas a verla —creo que merece la pena— te “ayudará” a verla mejor:
1. Los dragones. No es una película de guerra (es un fondo), ni de curas (es uno de los dos personajes contrapuestos), ni romántica (hay historia de amor y de celos). Los dragones son los miedos, los remordimientos, los problemas … la vida que hemos de afrontar. ¿Y como se sanan esas heridas? con el perdón, esta es la idea que tiene el director y que aparece en todos los personajes. Si perdonas o pides perdón el que más gana eres tu.
2. La película. Sin duda es el resurgir de Roland Joffe. No es una superproducción de Holywood, con grandes escenas de miles de extras o efectos especiales, o coches que alcanzan un helicóptero… . Tiene una música deliciosa que, sin ser protagonista como en La Misión, está ahí, de fondo, y te mece. Y unos diálogos o consideraciones de algunos protagonistas que te permiten volverla a ver y sacarle mucho más partido. Sin duda la segunda vez que ves la película te gusta más, y después de salir del cine, a medida que pasan las horas aumenta el buen sabor que te deja.
3. Las mujeres que aparecen en la película “dan luz”, aportan algo positivo: cariño, serenidad, ánimo … los hombres están en la guerra —salvo san Josemaría … que está en Dios—.
4. San Josemaria y el Opus Dei. Al principio abre la historia, a los 5-10 minutos de película entran los demás personajes. Si has leído alguna buena biografía, descubres muchos detalles que para otros pasan desapercibidos. El director leyó una y entre otras cosas le emocionó la rosa de Rialp, son 2 minutos en la película, y sin embrago a lo largo de ella aparecen multitud de rosas: en las primeras imágenes sobre la mesa, en la vocación, un ¿ikebana?, … en el bordado que cose la madre también una rosa.
5. Otros. El viento, siempre que hay algo sobrenatural irrumpe y abre venatanas, o arrastra las hojas, o revolotean unas palomas, … Varios guiños al Código da Vinci, sobre todo al comienzo de la película —también algunos quieten ver un guiño a la Pasión en una escena del manicomio—.
Da para un buen cineforum … y sobre todo para aprender a perdonar, como dice Ratzinguer: el purgatorio lo ha inventado Dios para las cosas imperdonables. En fin me he alargado mucho. Ya espero la versión del director, que no estará tan limitada como esta por exigencias del metraje.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario