domingo, 17 de febrero de 2013

Al mundo le faltas tu

El sentimiento del paisaje es un sentimiento moderno, se dice. Lo que es el sentimiento del paisaje es un sentimiento cristiano. Una puesta serena de sol en medio del campo, entre las montañas buri­ladas en el cielo blanco, es un reflejo del cielo, un (sic) vislumbre de su calma. ¿Cuantas veces no deseamos prolongar aquel estado? ¿Y si en su prolongación creciera en dulce deleite, y cada momento de aquella serena quietud fuera excitante para desear sucesivos momentos? Entonces nos perdemos, y se nos ocurre rezar, no para pedir nada, sino para verter el alma. Algo así debe ser la gloria: una inmersión en eterna calma, y un verter en eterna oración el espíritu.

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