miércoles, 10 de noviembre de 2010

estupideces y verdad

… debo procurar no ser orgulloso, porque la soberbia me lleva a preferir mi verdad a la verdad … El propio Martin Heidegger —que no era precisamente un pensador piadoso— dijo en sus declaraciones póstumas a la revista Der Spiegel: «Sólo un dios podrá salvarnos.»

y añado con Agustín ... de Hipona:
"Si la inteligencia humana, con su conducta enfermiza, no opusiera su orgullo a la evidencia de la verdad, sino que fuera capaz de someter su dolencia a la sana doctrina, como a un tratamiento médico, hasta recuperarse del todo mediante el auxilio de Dios, alcanzado por una fe piadosa, no harían falta largos discursos para sacar de su error a cualquier opinión equivocada: bastaría que quien está en la verdad la exponga con palabras suficientemente claras.
Pero ahora estamos ante el empeoramiento más negro de la enfermedad insensata de los espíritus. Se empeñan en defender sus estúpidas ocurrencias como si fueran la razón y la verdad personificadas, y esto incluso después de razonar todos los argumentos que un hombre puede dar a otro hombre. No sé si es por una superlativa ceguera, que no deja vislumbrar ni lo más claro, o por la más obstinada testarudez, que les impide admitir lo que tienen delante. Lo cierto es que en la mayoría de los casos se hace imprescindible alargar la exposición de temas ya claros de por sí, como si hubiera que exponerlos no a quienes tienen ojos para verlos, sino como para que los puedan tocar con las manos quienes andan a tientas, medio ciegos...."

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