Dice Gabriel Chalmeta en un tratado de Ética
"Ocurre simplemente que cada uno de nosotros, cuando se
enfrenta con las elecciones particulares
de la vida real, experimenta de modo más
fuerte, inmediato y seguro la atracción del bienestar que proviene de
aquello que captan los sentidos y
satisface nuestras inclinaciones psicofísicas (el placer), o de lo que sirve
para afirmar o defender en toda circunstancia la propia superioridad (el
orgullo). Por el contrario, los varios bienes
que son parte integrante del amor de Dios y de los demás no poseen esta inmediatez,
no conquistan al hombre con tanta facilidad, y por ello cuando entran en conflicto con los precedentes salen con frecuencia derrotados ...
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