Psiquiatras

Hace ya muchos años que leí "Más Platón y menos Prozac" junto al alarmante aumento de enfermedades psiquiatricas que se recogen en el DSM -si no me equivoco está en su versión IV (1994) y revisada (no se el año)- recoge un ejemplo del enfoque de los distintos terapeutas ante un mismo "problema":
La partida de ajedrez (Ran Lahav)
- Una psicoterapeuta: “¿Qué le ha llevado a hacer ese movimiento?”, “Bueno, quería comerme la torre”, ella empieza a hacer preguntas para hallar la supuesta causa psicológica de ese movimiento. Al final podría concluir que su comportamiento agresivo actual, sería fruto de alguna frustración del pasado.
- Un psicoanalista formula la misma pregunta: “¿Qué le ha llevado a hacer ese movimiento?”, “Bueno, quería comerme la torre”, él agregará “Muy interesante, ahora dígame qué es lo que le ha impulsado a decir que eso es lo que le ha obligado a hacer ese movimiento”, y seguirá hasta remontarse hasta su más intima infancia, proponiéndole motivos inconscientes que le han podido llevar a hacer ese movimiento. Al final concluirá que su comportamiento posesivo es fruto de una inseguridad reprimida que tendría su origen en el destete..
- El psiquiatra haría la misma pregunta y después de idéntica respuesta consultaría el DSM hasta encontrar el trastorno de personalidad que mejor se adecua a los síntomas que presenta. ¡Aquí está!: “trastorno agresivo-posesivo de la personalidad” y después le habría recetado la medicina apropiada para eliminar el presunto trastorno.
- Un consejero filosófico le hubiera preguntado “¿Qué sentido, propósito o valor tiene este movimiento para usted en este momento? y ¿Qué relación tiene con el siguiente movimiento? y ¿Cómo puede mejorar el transcurso de la partida?”. El filósofo contempla su movimiento no como mero efecto de una causa anterior, sino como algo significativo en el contexto actual de la propia partida, y también como posible causa de efectos futuro. Reconoce su libre albedrío en los movimientos que efectúe y estimará la causa del movimiento elegido, pero no lo convertirá en el punto clave de la cuestión que le preocupa.