Ya puedo pensar con calma en la muerte; gracias, Dios mio.
... Sedes sapientiae. Así, sapietitiae, y no scientiae; así, asiento de sabiduría. María, misterio de humildad y de amor, es el asiento de toda sabiduría. Pasan imperios, teorías, doctrinas, glorias, mundos enteros, y quedan en eterna calma la eterna Virginidad y la eterna Maternidad, el misterio de la pureza y el misterio de la fecundidad.
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