"Me pareció que se complacía en ahondar en su herida, que experimentaba la necesidad de sufrir, de torturarse. Esto es muy frecuente cuando el corazón ha sufrido una perdida dolorosa...."
Dostoiewski. "Humillados y ofendidos"
Me acordaba también de lo que cuenta Walter Farrel en la "Guia de la Summa Teologica", que se encontró a un niño con un hielo entre los dedos que estaba chupando, pero que lloraba. Al preguntarle por qué lloraba dijo que le quemaba los dedos. Pues suelta el hielo. Es que me gusta ...
A veces nos pasa eso, que le damos vueltas a aquello que nos produce dolor y no lo "soltamos" ¿acaso porque es necesario como dice Dostoiewski ahondar en la herida?. Creo que unas veces sí y que la mayoría NO.
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