domingo, 19 de abril de 2009

El Descendimiento, de Van der Weyden



El Descendimiento, de Van der Weyden, aparece ante nuestros ojos como una puerta triunfal, en la entrada de la pintura flamenca. Van der Weyden estuvo en Roma, y dicen que fue el primer artista flamenco cuyo mérito se vio reconocido por los italianos. Seguramente es, entre los suyos, el que mejor conserva el sentido clásico. Sus obras no están todavía demasiado lejos de la escultura. Tienen —acordémonos de Poussin, acordémonos de Mantegna— algo de bajorrelieves pintados.
En El Descendimiento, la estrecha agrupación de los personajes pone de manifiesto el carácter estatuario; pero todavía se percibe éste más claramente en otras tablas, que guarda también nuestro Museo, pintadas monocromamente, en grisalla. (Eugenio D'ors)

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