lunes, 3 de diciembre de 2012
Del Aleph
Morir por
una religión es más simple que vivirla con plenitud batallar en Éfeso contra
las fieras es menos duro (miles de mártires oscuros lo hicieron que ser
Pablo, siervo de Jesucristo; un acto es menos que todas las horas de un hombre.
La batalla y la gloria son facilidades; más ardua que la empresa de Napoleón fue la de
Raskolnikov.
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Lo esencial, lo único, es el gran abrazo espiritual, sin el cual el mundo no es nada.
ResponderEliminarUn poco, muy poco de fuego, en un rincón del mundo, y serán posibles todos los incendios de la mas alta grandeza.
por lo menos tu o ... yo vamos a intentar mantener ese fuego del Bien y la Verdad
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