El
viernes fuimos a ver la película
"Gravity" … vista la película, quedas con la conciencia de
que vivir no es un accidente, no tiene sólo un sentido que se restringe a lo
inmediato, a las sensaciones del instante por muy justificadas que puedan
parecernos. Por tanto, "no da lo
mismo", no hay relativismo
razonable porque el relativismo no es razón alguna de vivir; el vivir tiene Razón, tiene causa que
está más allá del propio vivir nuestro, por lo que ese vivir nuestro
no es sólo nuestro.
He
tenido oportunidad de pensar, precisamente en forma alegórica, sobre la vida … estaba pensando que quizá la vida, aunque
sea también un regalo, NO es el verdadero regalo maravilloso,
misterioso, realmente don inmerecido y absolutamente sorprendente. La vida es quizá el envoltorio de este verdadero regalo.
Hay quien vive la vida sin conciencia
alguna de que contiene este regalo, quizá ni siquiera tenga conciencia de
que en sí mismo este envoltorio es un regalo, o quizá sí, pero lo despliega sin cuidado, a tirones, sin
miramientos, precisamente por sus ignorancias, con lo que al final puede haber dañado el regalo que lleva dentro.
Otros sí esperan encontrar un regalo, pero
por falta de profundidad sobre el verdadero sentido de lo que aquí
significa "regalo", sentido más absoluto: don inmerecido; terminan por despreciarlo, quizá porque al
desplegar ese "envoltorio" que es la vida se cansan, les resulta
en algún momento tedioso, pierden la noción del porqué están empeñados en ese
trabajo de "desenvolver" con cuidado y con atención que es el
discurrir de la vida, y acaban perdiendo no solo la emoción del encuentro final
con el regalo, sino también las alegrías que por momentos nos proporciona este
envoltorio; llegan a pensar que el regalo
no le merece la pena, se hacen imaginación engañosa de que no les va a
gustar, de que no les gusta, y lo desprecian sin darle oportunidad alguna, son verdaderos "cenizos" siempre
desencantados, por perezas, por desconfianzas, por artificiosos etc. etc.
Algunos
llegan a pretender descubrir el regalo queriendo desenvolverlo "antes de
tiempo". En fin, solo
aquellos que se toman el tiempo, los cuidados necesarios, las ilusiones
permanentes en el despliegue del envoltorio... terminan por encontrar el regalo
que no decepciona, que ilusiona eternamente, el regalo perfecto que llena toda
ilusión, toda esperanza, todo gusto, toda aspiración.
Tengo muchas ganas de ver la película, y después de todo lo que te ha hecho reflexionar... todavía más. Estoy plenamente de acuerdo contigo. Un abrazo
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